El título refleja la influencia de «La cultura del nuevo capitalismo«, un más que recomendable libro del sociólogo Richard Sennet, que ya alcanzó una cierta notoriedad hace unos años por su también recomendable «La corrosión del carácter«.
Durante los últimos años, este autor se ha dedicado a estudiar, desde la perspectiva etnográfica y sociológica, las características de la nueva cultura empresarial y su impacto en los profesionales.
En mis últimos ‘posts’ (por ejemplo, aquí) he escrito sobre el modo en que desde algunos círculos «ilustrados» se sentencia sobre cuestiones relacionadas con las Tecnologías de la Información (las TIC) y la sociedad. Sobre todo cuando, adoptando sin adaptar los argumentos de otros, se proclama la supremacía de la tecnología y de los bits por encima de todo. («Bits are bits»).
Una reflexión que me ha llevado directamente hasta una cita de Sennet, que por su interés reproduzco (el énfasis es mío):
«La nueva economía no es todavía más que una parte de la economía total. Pero es cierto que ejerce una profunda influencia moral y normativa como modelo de avanzada para la evolución del conjunto de la economía. Tengo la esperanza de que se trate esta economía […] como una propuesta de cambio que, lo mismo que cualquier propuesta, debe someterse a una crítica rigurosa«.
Una crítica que, desde la perspectiva de los EEUU, se aborda en obras como «Supercapitalismo», que comentaba en una entrada de hace algunas semanas.
Pero también una crítica que en nuestro entorno es todavía más necesaria. Porque si es cierto que la economía informacional desplaza a la industrial porque es más eficiente en la acumulación de dinero y de poder, adoptar y propagar sin más los argumentos de los líderes en la economía informacional equivalen, en un mundo en competencia, a hacerles el juego, a aceptar sin más competir en su terreno.
Espero estarme explicando. No se trata de adoptar la táctica del avestruz. Es importante ayudar a superar la «fractura digital estratégica» de muchos dirigentes públicos y privados, que parecen tener dificultades integrando de un modo sensato las TIC en sus proyectos y estrategias de futuro. Pero no se trata tampoco de promover las TIC por las TIC, sin proyecto aparente más que una querencia al parecer irresistible por la modernidad mal entendida. Que podría estar haciendo más favor al capital riesgo de Silicon Valley que a nuestros capitales.
NOTA FINAL
Uso aquí el término «ilustrados» por referencia a la época histórica de la «Ilustración«, pero también al «despotismo ilustrado «, del «todo por el pueblo, pero sin el pueblo«.
Algunos de los «evangelistas» de Internet, siendo un colectivo minoritario, se expresan con argumentos y formas que recuerdan a las de déspotas ilustrados. Convendría, creo, ponerles un contrapeso.
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Esta noticia me recuerda lo que el profesor Ramón García Albero contaba en el III Congreso Internet, Derecho y Ciencia Política (http://ictlogy.net/?p=541) y el poder de control que la sociedad – o mejor dicho, la presencia de la misma – tenía sobre el crimen y el criminal.
Explicaba que no era lo mismo apuñalar a alguien (tener que vestirse, salir de casa, comprar un cuchillo, dirigirse a la víctima, asegurarse que nadie nos ve, apuñalarla a escondidas, etc.) que no cometer cualquier tipo de delito vía Internet, desde el sofá y en pantuflas.
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Most of us accept the fact that the current crisis and the «insider» political system is a direct consequence of the deregulation of the financial industry that was started by Ronald Reagan. Human greed, disrespect for others lead to the fraudulent «financial ponzi» scheme which in 2008 imploded at huge global cost.
(For the unaware: try Ferguson’s documentary «Inside Job» for a sensationalized recap)
I already have the sequel well understood and wish to share:
How the capitalist political democracy failed because of uncontrolled government spending, including, but not limited to, outrageous civil service pension payouts and unsustainable future commitments. This led to the taxation to death of businesses, employees and entrepreneurs thereby effectively removing the «capital» needed for the growth and creation of our businesses.
Government attempts to stimulate the economy rather than slash expenditure effectively transformed the system into a Centrally Planned Economy, not entirely unlike the various previously failed centrally planned communist economic systems. The lack of investment and private venture capital gets replaced by corrupt and ineffective government stimulus, grants, subsidy and growth schemes. As politicians don’t know how to create value inside businesses, they instead create giant ponzi schemes in order to show benefits. Thier advisors, mainly bankers, lawyers and academic advisors make millions in fees. These politically motivated funds are created by «investing» citizen’s tax contributions, pensions and savings funds, many of which are already technically broke.
Many examples of such «ponzi» schemes abound. A good example is the recent Sarkozy FEMA 3 Billion Euro slush fund of which 1 Billion comes from the national pension fund and the rest is disguised industrial tax credits. The fund is «needed» to prop up the failing automotive parts manufacturers, who lack reinvestment capital, largely because they are taxed to death by social security, sales tax, corporate tax, etc. Simply put, after paying a major French bank a fortune in fees, the FEMA will stick money into these companies, group them together and in 5 years put them on the Paris stock exchange…. to be bought by whom ? You guessed it! The National Pension fund and the other «simulus» funds, naturally at the inflated price of a publicly listed company!
Given the appalling track record of government run business, one can only conclude that the value created by these government chosen «investments» will once again be ZERO, fees to banks millions and another bail out or worse. Consequently we can expect the current generation of 40 – 60 year olds being forced to live with their grown up children as their saving effectively disappeared.
The economy ends up being driven by politicians and their sponsors, whether that be, financial, military or trade union the fact remains that the capitalist system that created the developed countries economic wealth (albeit at the time socially and ecologically imperfect), is dead !
Who carries the bag? Ordinary and often uninformed citizens, many preferring to benefit from unsustainable handouts rather than bite the bullet, lower taxes and vote the rascals out of office!
In some countries such as France over 40% of the adult working population is paid directly or indirectly by the government, many with unsustainable benefits. As this grows to over 50% of the voting population, only a minority will be left to vote responsibly… and lose.
Now, who would like to write the next chapter… ?
Clement,
Well put. What it’s becomeing clear is that ‘someone else ‘should write the new chapter’. ¿Who? ¿How? Those are open questions at the moment. I’m reading and thinking a lot about it these days. Might share it some time.
Best regards
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