Juan Luis Cebrián exageraba un poco escribiendo hace unos días que «se ha acabado un modelo productivo y de configuración de los medios que ha perdurado durante dos siglos. Los periódicos ya no son el eje de la formación de la opinión pública o del debate político«.
Parece que la tendencia va por ahí, pero no es aún una realidad consumada. De lo contrario:
- Los bloggeros insignes no se molestarían en atacar a la prensa.
- Los bloggeros normales (yo entre ellos) escribiríamos menos sobre lo que leemos en los periódicos (que, por el contrario, escribirían más sobre lo que publican los bloggers).
Todo eso viene a cuento de estar estos días leyendo y reflexionando en paralelo sobre el futuro de la economía (por la crisis) y sobre el futuro de la prensa (por la competencia de Internet).
Sobre este asunto, Juan Luis Cebrián reclama, no desinteresadamente, que «dada su importancia en la configuración de la opinión pública y en la creación y sostenimiento de identidades colectivas,
la distribución de diarios recibía numerosos apoyos públicos en la mayoría de los países«.
¿Correspondería ahora conceder ayudas públicas a la prensa?
Hay quien, como Cebrián, defiende que «el papel de los periodistas es ayudar a comprender; establecer un sistema de valores cuando la jerarquía ha desaparecido” y que ese papel no debe perderse. Por contra, los ‘ilustrados-TIC‘ tienden a oponerse con el consabido argumento de que los diarios son sólo un negocio, y «los negocios sólo funcionan cuando se someten a las leyes del mercado».
Ninguno acaba de convencerme. De una parte, porque hay periódicos y periodistas que florecen precisamente a la sombra de las jerarquías. Por otra, defender precisamente ahora la bondad de las leyes del mercado está fuera de lugar.
En la era de Internet, ¿habrá que reinventar el periodismo como institución social?
Hola, Ricard,
Quería aportar un par de opiniones sobre lo que apuntas.
La primera, relativa a esa pretendida pérdida de importancia de los medios «tradicionales». Si se acepta que el profesor Dans es uno de los bloggers más influyentes en español, y yo no tengo ningún motivo para dudarlo, la audiencia de su blog es comparable a la difusión de la revista «Jara y Sedal». Para que nos hagamos una idea de la capacidad real de generar opinión. Con todos los respetos tanto para el blog de Enrique Dans, porque llegar a conseguir esta número de lectores no está al alcance de cualquiera, como por los que trabajan en «Jara y Sedal».
La segunda opinión es acerca de las ayudas públicas a la prensa. No soy muy favorable a ellas, pero por argumentos distintos. Bastante baja está la reputación de independencia de estos medios de comunicación, como para que encima esté el gobierno distribuyendo subsidios entre ellos. Bastante daño hace ya con la publicidad institucional, que ya existe y también es una subvención encubierta.
No. No creo que haya que reinventar nada. Adaptar seguro que sí, pasa continuamente. Pregúntaselo a los que vivían del revelado fotográfico. Creo que en la crisis actual de los medios, hay un par de factores que influyen más que Internet:
– La reputación decreciente de los medios. Cada vez más se perciben de forma genérica como marionetas al servicio de intereses distintos a la mera transmisión de información y de análisis
– El descenso de la inversión publicitaria debido a la crisis (que no a Internet ni a que esa inversión se haya ido a medios digitales).
Aunque es cierto que hay un factor sí muy relacionado con Internet, aunque no con los bloggers y el «periodismo alternativo»: La inversión publicitaria inmobiliaria y de ofertas de trabajo se ha desplazado prácticamente toda a Internet.
Pau,
Esa «inversión publicitaria inmobiliaria y de ofertas de trabajo que se ha desplazado prácticamente toda a Internet» supone una cantidad de dinero muy aprciable (aunque no tenga la cifra a mano).
Completamente de acuerdo. Lo que quería decir entonces es que, si Internet afecta negativamente al modelo de negocio de los «medios tradicionales», es por causas distintas a las que apuntan los «ilustrados-TIC».
Hola Pau,
estoy y no estoy de acuerdo con tu primer parágrafo:
«…la audiencia de su blog es comparable a la difusión de la revista “Jara y Sedal”. Para que nos hagamos una idea de la capacidad real de generar opinión…»
me explico. La importancia de la opinión del profesor Enrique Dans no es tanto por la gran difusión de su opinión que (de acuerdo contigo) no llegaría al «gran público» y sería comparable a la revista «Jara y Sedal». Si no por ser mas como el diario «Expansión», es decir, su público es también especializado, pero a diferencia de los aficionados a la pesca, más influyente. No olvidemos que es profesor del Instituto de Empresa, y nos guste o no, institución top 10 en MBAs. Creo que en este sentido su opinión si que cuenta para generar opinión en ciertos círculos.
Saludos,
Victor
Completamente de acuerdo, Víctor.
Influyente en determinados círculos, que en su caso será el de las TIC. Pero ojo, que aquí es donde se comete el error.
Como usuarios de TIC lo es mucha gente, tendemos a pensar que ese es el ámbito. Pero en realidad, a juzgar por la audiencia del blog, sería más el ámbito «de los que estamos dentro del sector de las TIC», entre los que me cuento, y que es mucho más reducido. Y este error lo comete muchísima gente dentro del sector.
En el caso del Profesor Dans, como dices, su influencia es grande, pero tengo la sensación que más porque como dices es profesor del IE y porque se prodiga mucho en los «medios tradicionales», que son los que siguen teniendo la capacidad de influencia en el grueso de la población. Pero rápidamente, mucha gente se ha adherido al falso silogismo:
1- El profesor Dans tiene influencia.
2- El profesor Dans tiene un blog.
ergo:
– Quien tiene un blog tiene influencia.
Y esto no se puede deducir de las premisas anteriores.
Salu2,
Pau
Pau y Ricard,
Abundando en lo que estáis comentando, os invito a que déis un vistazo a esta noticia sobre cifras recientes de inversión publicitaria en España:
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Solo/Internet/resiste/cataclismo/facturacion/publicitaria/elpepisoc/20090226elpepisoc_2/Tes , en el que se puede leer lo siguiente:
«…El sector de la publicidad es uno de los termómetros más sensibles de la economía. «Suele anticipar y agrandar las crisis pero también se anticipa a las recuperaciones», dicen los expertos. En 2008, este mercado movió 14.915 millones de euros (1,3% del Producto Interior Bruto) frente a los 16.121 millones del año anterior, lo que significa una caída del 7,5%. El rebote de esta recesión ha tenido efectos catastróficos en todos los medios. Sólo Internet aguanta el cataclismo. La publicidad en la Red, que incluye formatos gráficos y enlaces patrocinados, ha crecido el 26,5%, aunque su suelo es todavía muy bajo. Su facturación pasa de 482 millones de euros a 610. En el polo opuesto está la prensa. El retroceso del negocio publicitario ha impactado de lleno en los diarios (que pierden el 20,4% de la inversión)…»
Creo que estas cifras marcan una tendencia y lo que parece claro es que las inversiones en publicidad se desplazarán sensiblemente en los próximos años hacia los medios electrónicos, particularmente Internet y los móviles, por su mayor agilidad, atractivo multimedia, posibilidad de interactividad, segmentación de audiencias, medida del retorno de las inversiones, etc, etc.
Y en cuanto a lo que si hay que reinventar el periodismo como institución social, yo creo que no es el caso y, como Pau, diría que este colectivo profesional seguirá siendo imprescindible, aunque eso sí, deberá adaptarse a los requerimientos de los nuevos medios y formatos, coexistiendo y compitiendo con otros generadores de información informales (blogs, profesionales de otros sectores, expertos, etc). Su valor añadido vendrá dado, creo, por su capacidad de sintetizar lo que ocurre en el mundo y ofrecerlo de una manera fácil y asequible para la audiencia.
La pregunta por responder, Francesc, es
¿Quién pagará a los periodistas?
… si los medios «tradicionales» cierran o reducen plantillas. Desde luego, no los agregadores de noticias, ni las suscripciones de los que piden noticias ‘online’ gratis.
Probablemente los periodistas sean más fáciles de pagar si se reducen los costes de la prensa.
Es decir.
Los periódicos (y simplificando una barbaridad) venden tres cosas:
– papel (el soporte)
– noticias (a los lectores)
– audiencia (a los anunciantes)
Dos cuestiones se tambalean en ese modelo de negocio: el coste del soporte y el menor interés de los anunciantes en una audiencia que es menor que la que (potencialmente) hay en Internet.
Si purgamos el modelo, nos queda que el valor añadido es la noticia. Creo que debe haber varias alternativas al papel y otras tantas a la publicidad. O combinaciones de ambas aproximaciones.
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En relación a los periodistas y los periódicos y el «papel social» de estos: a mi me gusta diferenciar entre el «deber-ser» deontológico y la «realidad» ontológica.
Es decir, una cosa es establecer «qué función social DEBERÍAN TENER» y otra la que, lamentablemente, TIENEN.
Sin dudas las distintas «políticas económicas» responden a estas diversas maneras de «entender el mundo» en función de las distintas «teorías e ideologías» que se manejan y formulan en ese ámbito económico. Y, por ejemplo, el defender [por parte de un economista] la «libre competencia» de los medios de comunicación [como si de qualquier otra «empresa» se tratare] no deja de ser, eso, una «creación deóntica».
Por ello querría dejar poner de relieve que el papel del «economista-activista» en no pocas ocasiones llega a jugar un papel influenciador como «sujeto-creador» de esa » ¿visionaria? sociedad del futuro» que Peter Drucker expone dejando atrás la faceta más pasiva del mero «analista de sucesos».
Así que seamos capaces de distinguir al «economista pasivo» del «economista activo» puesto que la actitud y (probablemente su repercusión también) de uno y de otro ante la «sociedad del futuro» son sustancialmente distintas.
Salutacions!! 😉