
Hoy me ha interesado …
… la intuición de que los ‘social media‘ están en riesgo de pasar a ser pronto un territorio ocupado por robots anónimos.
Un flash suscitado inicialmente por dos lecturas complementarias.
- Un artículo en The New York Times según el cual se pueden comprar (y vender) usuarios de Twitter a razón de 18 dólares por mil usuarios. Son falsos, naturalmente, pero se les programa para que parezcan humanoides. Al parecer con bastante éxito, porque los fabricantes dicen facturar un millón de dólares por semana.
(INCISO: Según esta valoración, mis 500 seguidores en Twitter valdrían 9 dólares. Quiero dejar constancia, por si acaso, de que los valoro en mucho más. Un ejemplo adicional, por si hacía mfalta, de que la economía de mercado no agota, ni tendría que agotar, la realidad social).
«It’s scary to think that one day, you may read an article in a magazine or newspaper or online that had no human intervention. No humanity, no personalized style and more. That future is here. Today. It’s already happening«.
Inquietante, en efecto. Porque se suponía que el gran atractivo de los ‘social media’ era facilitarían una nueva plataforma de comunicación entre humanos, no entre humanoides. Pero aún más porque estoy convencido de que a mucha gente no sólo no le importará la invasión de los robots: ni siquiera se dará cuenta. Una consecuencia de que el modo en que evolucionan muchos medios sociales favorece modos de comportamientos reflejo, impulsivo, inconsciente, compulsivo, semiautomático de los usuarios. Predeciblemente irracional. Con técnicas que, como bien conocen los expertos, son programables. Y como pueden serlo, lo serán.
Hace no mucho, un conocido bloguero apuntaba en la misma dirección, quizá sin pretenderlo, al sentenciar que “no se bloguea con la cabeza, se bloguea con los pies“. Si tiene razón, los blogs serán pronto territorio robot, porque las máquinas sustituirán antes lo que hacemos con los pies que lo que podemos (o podríamos) hacer usando la cabeza. Espero, cuanto menos, que esto sea cierto en mi caso.
Este asunto me ha llevado a sacar del baúl de los recuerdos unos pies que caminan cuando se les da cuerda. Avanzan sin cabeza, por supuesto, ni falta que les hace. Los he puesto al lado de mi ratón y mi teclado, por si acaso producen algo que me sorprenda.
Saludos cordiales.
41.387917
2.169919