… entender el sentido del logo de Snapchat: un fantasma que nos saca la lengua.
¿Por qué? Hasta hace muy poco, pensaba que lo que querían sugerir con este logo es que se trata de una app para que los jóvenes en plan hagan el tonto en plan ‘fantasma’. No es que lo diga yo; así (casi) lo explica su página web:
«Snapchat is a new way to share moments with friends. Snap an ugly selfie or a video, add a caption, and send it to a friend (or maybe a few). They’ll receive it, laugh, and then the snap disappears […] It’s about the moment, a connection between friends, and not just a pretty picture. The allure of fleeting messages reminds us about the beauty of friendship – we don’t need a reason to stay in touch. Give it a try, share a moment, and enjoy the lightness of being!«.
No estaba muy de acuerdo en eso de que «El encanto de mensajes fugaces nos recuerda acerca de la belleza de la amistad«. Tengo otro concepto de la amistad, que no se basa precisamente en lo contrario de contactos fugaces. Pero,
– «Tanto da» – me decía hasta ayer mismo – «Son unos fantasmas, y punto.»
Eso hubiera sido todo. Pero leo estos días que Snapchat ha recibido una inversión de capital riesgo de 60 millones de dólares (lo que valora la empresa en 860 millones de dólares), además de 10 millones de dólares para cada uno de sus dos fundadores.
Es por eso que nos sacan la lengua. Se burlan de nosotros. De la gente que tiene un trabajo (si lo tiene) con un sueldo normal. De los que se esfuerzan en crear una empresa con un sentido (‘purpose’) que tenga sentido. De los padres o los maestros que intenten educar a los jóvenes en valores y prácticas no fugaces.
¿Debería importarnos?
Creo que sí. Por que éste es un ejemplo, ni el primero ni el último ni el único, de una empresa ‘langosta’, de un aspirante a ‘servidor sirena‘, que no genera ni valor social ni puestos de trabajo. Y que así y todo, o precisamente por eso, es recompensada por inversores de élite. Que seguramente saben lo que compran.
En resumen. La próxima vez, que será pronto, que escuche a alguien proclamar a Silicon Valley como una referencia a imitar, les hablaré de este caso. Aunque sirva de poco.