El (no muy documentado) autor al que hacía referencia en mi última entrada se preguntaba, refiriéndose a las revindicaciones de las asociaciones de internautas españoles acerca de la copia libre en Internet:
«¿A qué se debe esta anomalía española, este comportamiento de nuestra tribu de internautas, flor y espejo de la piratería andante? ¿Qué parte son del total de usuarios de Internet?«
Quizá le interesen algunos datos que he extraído del último informe de «Digital Competitiveness» de la Comisión Europea.
Se constata una vez más que España, si bien está en la banda medio/alta del rango, no es el país en el que una mayor parte de la población accede a música o video a través de Internet (ni en ‘streaming’ ni en descargas).
Sin embargo, España sí está entre los países en los que una mayor proporción de internautas utiliza Internet para acceder a música o video. (En contraste, por ejemplo, con la baja proporción de internautas que interaccionan electrónicamente con las Administraciones Públicas).
La observación de los países con los que se alinea España en esa segunda gráfica me ha motivado a pintar la proporción de internautas audiovisuales contra el índice de competitividad con el que el World Economic Forum puntúa a los países, con los resultados que se muestran.
Propongo al lector que divida mentalmente esa gráfica en cuadrantes y constate cuáles son los países que acompañan a España, y también dónde se sitúan los países de referencia (como los nórdicos). Tal vez no convenga extraer conclusiones rigurosas de una correlación tan improvisada; así y todo, da que pensar. Puestos a promover un uso más intenso de Internet, ¿a quién quisiéramos parecernos?
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