Según una noticia reciente, se está organizando la búsqueda de un consenso dentro del sector español de las TIC,
«para debatir y alcanzar conclusiones operativas que eliminen las barreras que actualmente, no sólo están impidiendo que el sector se recupere, sino que amenazan el futuro a largo plazo del mismo».
Aparentemente, el sector TIC español está menos organizado y tiene una menor capacidad de lobby que otros como la banca, la construcción y la obra civil o el automóvil. Pero, dejando aparte esta cuestión, ¿cuál sería la orientación estratégica que habría de tomar el sector para alcanzar una dimensión comparable a la de los países de nuestro entorno?
Doctores tendrá la Iglesia. Mi intención hoy sólo es apuntar que, en una visita reciente a Silicon Valley nos presentaron, en un cuadro similar al de la pizarra, la evolución de las tecnologías estrella para los inversores de capital riesgo. Las TIC no aparecían.
Aunque sólo a primera vista, porque como se desprende, por ejemplo, del caso citado por el New York Times, las TIC son subyacentes a los desarrollos que ahora son prioritarios. Como la energía eficiente; como la Sanidad.
Las TIC ya no son protagonistas, sino actores de reparto. No deberían tomárselo a mal; la historia del cine tiene ejemplos memorables de actuaciones de reparto. Que pueden incluso eclipsar a las de los protagonistas, siempre que no se les note demasiado el afán por hacerlo.
¿Comentarios?
Siguiendo la analogía, preferiría pensar que las TIC no son ni protagonistas ni actores de reparto.
Son la mayoría de quienes están detrás de la cámara: seguramente no el director, ni el guionista, pero sí el cámara, el foquista, el iluminador, por supuesto el script y el montador, etc.
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