Acerada columna («Del cero al infinito«) de Ramón Aymerich en La Vanguardia, argumentando que patronal y sindicatos difieren grandemente en sus respectivas visiones de nuestro futuro:
«Para la patronal, el mundo que nacerá de la crisis será muy parecido al actual. Sólo habrá cambiado España, que se habrá vuelto más periférica y sin margen para repetir el milagro del ladrillo. En este contexto, únicamente quedará el recurso a los salarios para ganar competitividad. Para los sindicatos no parece razonable que una crisis que se ha cocinado en las alturas de las instituciones financieras se resuelva con cargo a los asalariados».
El periodista es prudente: no entra a valorar si la reciente observación del President de la Generalitat («muy probablemente todos tendremos que trabajar más, y no necesariamente para ganar más«) supone que se alinea con la visión de futuro de la patronal.
Periodista y President coinciden, eso sí, en la relevancia de la formación. El primero apunta que «lo más productivo es llegar a acuerdos en materias como la formación de los asalariados o la difusión de una nueva cultura industrial y científica«. El President insta a «la transición de nuestra economía hacia sectores de más valor añadido y productividad«, para lo cual considera necesario «que la sociedad catalana en su conjunto sea consciente de que el cambio de modelo requiere un esfuerzo de formación que es necesario hacer personal y colectivamente«.
Pero para bajar al terreno sería necesario saber más del nuevo modelo y del programa de formación que requiere. Mientras nos lo cuentan, propongo que el programa incluya, no exclusivamente, aprender a sacar el máximo provecho de las tecnologías de la información y la comunicación (las TIC). Algo que ni periodista ni President mencionan. Y que requeriría, sospecho, apuntar al programa a más de un político y de un empresario, incluso de la patronal.
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