Vale la pena leer el especial de The Economist «Greed – and fear: The future of finance«. Oportuno, pienso, y casi diría que imprescindible. Imposible de resumir en el espacio de una entrada. No lo intentaré, más allá de reproducir el subtítulo:
«La edad dorada de las finanzas se colapsó bajo el peso de sus propias contradicciones«.

Al reflexionar sobre esas contradicciones me ha vuelto a la memoria una antigua cita de Louis Dumont:
«Para que un dominio separado pudiera ser reconocido un día como económico, debía ser arrancado del dominio político […] Eso no es todo. La historia subsiguiente nos dice que había otro aspecto de esa emancipación: lo económico tenía que emanciparse también de la moralidad».
Aunque esa emancipación empezó a suceder hace muchos años, la crisis actual muestra sus consecuencias:
- Un sistema financiero fuera del control político y del de los reguladores;
- Financieros para los que las finanzas estaban por encima de cualquier moral.
¿Se veía venir? Sí, aunque sea a posteriori. Según The Economist, los beneficios del sector financiero en EEUU llegaron a representar el 40% del total de los beneficios de las empresas. ¿Razonable? Pienso que no.
El debate actual sobre las ayudas estatales a los Bancos ilustra también el alcance de las contradicciones:
- Según The New York Times, algunos profesionales no se muestran ahora precisamente orgullosos de haber trabajado en el sector durante los últimos años.
- Ello no obsta, sin embargo, para otros directivos reclamen merecer bonus millonarios a pesar de las pérdidas de sus empresas.
- The Washington Post sugiere, finalmente, que se enseñe economía a los políticos. Y también algo de política y de moral a los economistas, añadiría yo.
Quizá corresponda al Humanismo.com recuperar un cierto orden en medio de tanto desconcierto.
¿Comentarios?