De verdad que lamento constatarlo una vez más. Pero la cuestión de la sociedad de la información, del buen uso y el mejor aprovechamiento de las tecnologías de la información y la comunicación (las TIC) como una de las herramientas para construir el futuro de nuestra sociedad, no aparece apenas en los mensajes de fin de año de nuestros dirigentes políticos.
No aparece en absoluto en las (breves) palabras del Presidente de la Generalitat. Ni una sola mención de la tecnología en general, ni de las TIC en concreto. Ni tampoco de la innovación, ni para la I+D.
Algo hay, aunque poco, en el mensaje del Presidente del Gobierno de España. Menciona, por ejemplo, la Ley de Impulso a la Sociedad de la Información y la Ley de la Administración Electrónica. Ambas se dirigen, más que a construir un proyecto de sociedad de la información, a eliminar obstáculos para que la sociedad de la información avance. Obstáculos, muchos de ellos, derivados de los funcionamientos «tradicionales» de las administraciones.
También se refiere el Presidente a la I+D+i, aunque no al papel de la innovación basada en las TIC. Y, si bien resalta la importancia de las infraestructuras de transporte físico al destacar la magnitud de las inversiones que a ellas se destinan, no llega a dar el paso a las telecomunicaciones y su relevancia.
Puestos a especular sobre el por qué de las escasas referencias de nuestros políticos a las tecnologías y la sociedad de la información, se me ocurre que:
- Quizá no consideran importantes estas cuestiones.
- Quizá sí, las consideran importantes, pero no urgentes. O menos urgentes que las que sí mencionan.
- Quizá las consideran importantes y urgentes, pero no tienen claro lo que deberían decir o hacer. Y no les convence lo que les cuentan al respecto sus asesores. O quizá éstos no les cuentan nada.
En un tono algo más genérico, he escrito en Estrategias 2.0 sobre posibles respuestas a estas cuestiones. Por si interesa.
En el caso concreto del President de la Generalitat, mi afición al análisis de textos me ha llevado a reparar en lo que para mí es quizá lo más significativo de su mensaje. Dice el President:
«Cal que tots treballem amb el convenciment que hi ha un horitzó, ambiciós i possible, cap al qual ens dirigim. […] Govern i president treballem amb una idea clara de quina és la realitat present de la nostra nació i de quin és aquest horitzó«.
Respetuosamente. Quizá haya más de un horizonte. Quizá no todos los horizontes sean igualmente atractivos; quizá haya que escoger. Además, el horizonte en sí no puede ser el objetivo, porque uno no alcanza el horizonte por más que lo persiga. Personalmente, si yo puedo pillar algo que me interesa y que está más cerca del horizonte, para allá que voy.