Archivo mensual: diciembre 2007

UUUPPPS!

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Un lector atento me pone sobre aviso de que en mi último ‘post’ sobre «Contar con las TICs» puedo haber cometido un error de interpretación al comentar el párrafo:

En paralelo a la crisis de las instituciones tradicionales han aparecido con fuerza nuevos agentes socializadores: los medios de comunicación de masas, la publicidad y la sociedad de consumo, la industria del ocio o Internet. Estos nuevos agentes tienen un gran poder de seducción e impactan poderosamente en los estilos de vida de la gente, sobre todo de los jóvenes. Razón por la cual recae sobre ellos una nueva gran responsabilidad.

En mi primera lectura entendí que los redactores atribuían a los jóvenes esa responsabilidad. En una segunda, es posible que su intención fuera atribuirla a Internet y a los otros «agentes socializadores» que se mencionan.

Tal vez. En cualquier caso, no deja de seguir pareciéndome un dislate. La tecnología, tampoco Internet, no impacta en la sociedad. Quien impacta son las personas, grupos e instituciones, que, entre otras cosas, utilizan las tecnologías para sus fines.

  • No se puede pedir responsabilidad a Internet, sino en todo caso a algunos de los que la usan, por cómo lo hacen.
  • Y también a los que, suponiéndoseles un rol de líderes de la sociedad, no sean capaces de generar un discurso, concebir un relato, que incluya Internet y sus usos. Los actuales y/o los deseables.

Si eres líder, cuenta tu historia, y mejor que el uso de Internet forme parte de ella.

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Más sobre contar con las TIC

En ‘posts’ anteriores (por ejemplo aquí) he escrito sobre la ausencia de las tecnologías de la información y la comunicación (las TIC) en muchas de las varias propuestas sobre el futuro de nuestro pais, «nuestro» futuro.

Lo mismo ocurre en la reciente publicación («Contra el derrotismo«) de la Societat Econòmica Barcelonesa d’Amics del Pais. La cuestión de las tecnologías (tampoco la innovación, ni el espíritu empresarial) aparecen entre las cinco grandes ejes de vertebración que propone el documento. Curiosamente, la única mención a Internet está en el párrafo que transcribo:

En paralelo a la crisis de las instituciones tradicionales han aparecido con fuerza nuevos agentes socializadores: los medios de comunicación de masas, la publicidad y la sociedad de consumo, la industria del ocio o Internet. Estos nuevos agentes tienen un gran poder de seducción e impactan poderosamente en los estilos de vida de la gente, sobre todo de los jóvenes. Razón por la cual recae sobre ellos una nueva gran responsabilidad.

Vaya por Dios!!! Menudo pase torero!!! ¿Por qué se traspasa esa responsabilidad precisamente sobre los jóvenes?

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Como no se me ocurre ninguna interpretación positiva, recogeré solamente la conclusión final del documento, que ciertamente suscribo:

Los catalanes necesitamos ahora y de nuevo narrar el relato de nuestro futuro, dibujar un nuevo horizonte. Eso significa apostar por un ambicioso proyecto colectivo que conjugue voluntades mayoritarias. Este es nuestro gran reto para los próximos años. Si lo conseguirmos, el optimismo y la confianza volverán a nuestra casa.

De acuerdo. Nos hace falta un relato. Y un relato, añadiría yo, que cuente con las TIC. Y también líderes que den forma a ese relato, lo hagan creíble y atraigan voluntades y recursos para construirlo.

Sean bienvenidos!!!

P.S. En un artículo en «La Vanguardia» de 17/12/2007, Francesc-Marc Alvaro concluía también que

lo que en realidad se pide es que alguien se arriesgue a ofrecer un nuevo relato. Una gran historia, capaz de interesar y mover a mucha gente, que incluya saber avanzarse al futuro, para señalar con coraje el mejor camino a seguir. O el menos malo, porque de eso va la política.

La figura incluida más arriba es una (burda) manipulación de su titular. Mis excusas por ella.

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Marcos profundos: Cultura vs. show-business

Los incidentes de estos días sobre la votación del canon digital en el Senado y la reacción de la SGAE son un ejemplo difícilmente superable de la cuestión de los marcos mentales, que en mi último post intentaba empezar a abordar de un modo sistemático.

De entre los diversos niveles de marcos mentales, los fundamentales son los marcos profundos, ligados a valores, ideologías y creencias, que se activan a través del lenguaje. De un lenguaje cuidadosamente escogido para resaltar algunos elementos del discurso y ocultar otros.

El anuncio publicado en defensa del canon (sin citarlo) en la prensa nacional el pasado 13 de diciembre es un excelente ejemplo de cómo usar «marcos léxicos» para activar (si es posible de modo inconsciente) «marcos profundos» asentados en una ideología determinada. El texto era el siguiente (las negrillas y cursivas son mías):

POR LA SUPERVIVENCIA DE LA CULTURA
EN DEFENSA DE LA COPIA PRIVADA

La compensación equitativa por copia privada existe desde hace más de 40 años en Europa y es el mejor sistema para paliar las pérdidas que sufrimos los creadores […] por las copias que se realizan para uso privado de nuestras creaciones. Este sistema de compensación equilibra el desarrollo de la sociedad de la información con los derechos de propiedad intelectual y garantiza que no exista conflicto entre el libre acceso a la cultura de la ciudadanía y el respeto a los derechos morales y económicos de los creadores que reconoce la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Además, constituye para los consumidores la forma más fácil y económica de acceder a las obras que son fruto de nuestro trabajo, compensándonos por nuestra pérdida de ingresos y permitiendo la financiación de actividades asistenciales y promocionales para los creadores que son esenciales para el fomento de la creatividad. El Gobierno debe poner en marcha los mecanismos necesarios para garantizar la aplicación de esta medida de interés social y cultural. Los creadores solicitamos que la próxima regulación sobre la copia privada respete los derechos de todos los que participamos en la sociedad de la información como estímulo a la creación y para beneficio de todos los ciudadanos.

La invocación al valor de la «cultura» como marco profundo es quizá la trampa más evidente. Nadie discutirá a los firmantes su condición de creadores, pero quizá sí la de representantes de «LA CULTURA», así, con mayúsculas y en singular. En todo caso, propongo como ejercicio:

Releer el párrafo anterior sustituyendo «cultura» por «show business»

¿A que cambia el mensaje?

Los defensores del canon utilizan otros recursos secundarios dignos de mención:

  • La apelación al interés social y cultural
  • La declaración de interés en el desarrollo de LA «sociedad de la información» (un término, recordemos, inespecífico y engañoso, según el propio Manuel Castells).
  • La apropiación de la palabra «todos» para una causa de parte.
  • La apelación al equilibrio entre el desarrollo de la sociedad de la información y el derecho a la protección de la propiedad intelectural, como si fueran intereses contradictorios, cuando la realidad es que pueden ser compatibles de más de una manera.

De hecho, conviene no olvidar que hay autores reputados que defienden que «las grandes empresas de medios utilizan la tecnología y la ley para bloquear la cultura y controlar la creatividad«. O sea, el mensaje contrario al de los firmantes del texto de referencia.

Con independencia de con quién se esté de acuerdo, el contramensaje de la plataforma Todos Contra el Canon a los políticos (quitando sus negrillas y sustituyéndolas por las nuestras) es una muestra idéntica del uso de «marcos mentales», aunque con los objetivos opuestos:

ASUNTO: 1.360.000 ciudadanos y votantes en http://www.todoscontraelcanon.es

El objeto de este correo es comunicarle que, como ciudadano y votante, estoy en contra del canon digital por las razones que recoge el manifiesto propuesto por la plataforma http://www.todoscontraelcanon.es que yo también he firmado.

En mi opinión es un tremendo error poner en marcha esta incongruente modalidad impositiva ya que, además de injusta, supone un freno para el desarrollo de la Sociedad de la Información en España.

Estamos en un momento cercano a las elecciones por ello le pido, como ciudadano y votante, que recojan en su programa electoral si están dispuestos a ayudarnos a conseguir que desaparezca el canon digital en la próxima legislatura, y qué medidas impulsarían para ello.

La polémica ilumina también la existencia de un colectivo importante, y a menudo olvidado: los que George Lakoff denomina como biconceptuales. Gentes que en este caso podrían estar en contra de pagar un canon indiscriminado, pero que tampoco simpatizarían con el talante o la ideología de algunos de los defensores de la plataforma opuesta. Por ejemplo, con los que confunden la sociedad de la información con colapsar las redes a base de bajarse música y videos todo el día. Los biconceptuales, que posiblemente sean la mayoría de la sociedad, bien pueden pensar que ambas partes están «robándoles su causa«. La de cada uno, sea la que sea. Volveremos algún día sobre ello.

¿Comentarios?

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Plantilla de manifiesto à la Lakoff

thinkingpoints_cover_250.jpgNo deja de parecerme una paradoja que el PSOE haya convertido (siquiera brevemente) a Georges Lakoff en una figura mediática en España. Porque lo que he entendido de lo que el Profesor Lakoff propone es cómo ayudar a colocar en el imaginario público sus propuestas de progreso, no necesariamente su imagen.

En cualquier caso, propongo ponerse a rebufo de la ‘ola Lakoff’, aprovechar lo valioso de sus planteamientos (que creo que lo son, a pesar de las críticas) y pensemos qué podemos hacer con ellos. Si el PSOE cree que le servirán para sus causas, ¿por qué no habrían de servirnos para las nuestras, sean las que sean?

Me propongo, por tanto, (espero no desfallecer por el camino) ejemplarizar en una serie de ‘posts’ algunos de los pilares de los planteamientos de Lakoff, partiendo de su presentación en el libro cuya portada se muestra en imagen, que me parece mucho mejor que el traducido en España, además de estar disponible en la red.

Un elemento del armazón conceptual de Lakoff (aunque no original suyo) son los ‘marcos mentales‘ (frames) de los que dice:

Los ‘frames’ son las estructuras mentales que permiten a los humanos entender la realidad – y a veces crear lo que tomamos por realidad. […]

Los ‘frames’ no sólo definen asuntos, problemas, causas y soluciones; también ocultan asuntos y causas relevantes. Las políticas y los programas sólo tienen sentido en el contexto de los ‘frames’ en los que se han definido. […]

El uso de los ‘frames’ es en gran medida inconsciente.

Para empezar a tirar de los hilos, me parece prometedor partir del ‘manifiesto’ con el que empieza su libro el propio Lakoff, que traduzco y parafraseo como sigue:

[Etiqueta1] está hoy en peligro. Se enfrenta a la amenaza de dominio por un pensamiento radical y autoritario que se califica a sí mismo como [Etiqueta2], como si estuviera preservando y promoviendo los valores de [Etiqueta1], cuando en realidad los está minando.

Nosotros, los [Etiqueta3] damos tan por supuestos estos valores que no tenemos ya la capacidad de articular una visión [Etiqueta3]. Hemos dejado de controlar los términos del debate político, e incluso hemos cedido el lenguaje de los ideales [Etiqueta3] a la redefinición que han hecho de los mismos los [Etiqueta2]. Los [Etiqueta2] entienden sus valores y conocen su agenda. Han impuestos sus ideas y su lenguaje a [Etiqueta1].

Un párrafo que se convierte en el original de Lakoff con las equivalencias:

  • [Etiqueta1] = América
  • [Etiqueta2] = conservador, conservadores (ellos)
  • [Etiqueta3] = progresistas (nosotros)

Propongo a quien acepte el juego que pruebe otros juegos de etiquetas que generen un párrafo que le parezca con sentido.

Por ejemplo,

  • [Etiqueta1] = Cataluña
  • [Etiqueta2] = nacionalistas madrileños (ellos)
  • [Etiqueta3] = catalanistas o nacionalistas o independentistas (nosotros)

o bien, a la inversa

  • [Etiqueta1] =España
  • [Etiqueta2] = nacionalistas catalanes (ellos)
  • [Etiqueta3] = estatalistas (nosotros)

No tengo tengo la más mínima intención de proseguir en esta línea, sino de ser capaz de aplicarlas a la cuestión de cómo impulsar la sociedad de la información. Pero para ello incluso la simple definición de las etiquetas no es evidente. Aunque, en referencia a la cuestión del canon digital, la SGAE postularía quizá algo como:

  • [Etiqueta1] = La Cultura (con mayúsculas)
  • [Etiqueta2] = progresista, tecnocrático
  • [Etiqueta3] = creadores de La Cultura

Y también, con los cambios evidentes, los valores opuestos.
Hasta aquí por hoy: fin de la primera entrega. ¿Sugerencias? ¿Comentarios?

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Discursos enmarcados

lakoff-psoe.jpgLa incorporación de Georges Lakoff y su propuesta de «marcos mentales» al aparato de campaña del PSOE me da pie a seguir coleccionando apuntes que confluyen hacia la «falta de discurso» en varios ámbitos relevantes de nuestra sociedad.

Los frames (marcos) son estructuras mentales que conforman el modo en que vemos el mundo. Conforman los objetivos que perseguimos, los planes que hacemos, el modo en que actuamos y lo que cuenta como un buen o mal resultado de nuestras acciones […]

También conocemos los frames por medio del lenguaje. Todas las palabras están definidas en relación a frames conceptuales. Cuando oímos una palabra, se activa en nuestro cerebro su frame o su colección de frames.

Cuando me crucé con este concepto por primera vez, me interesó explorar cómo usarlo para encontrar formas alternativas de promover en nuestro entorno la «sociedad de la información», un concepto «inespecífico y engañoso» (Manuel Castells dixit), con el que como mínimo la mitad de nuestra sociedad, y me temo que una mayor proporción de líderes sociales (públicos y privados) no ha llegado a conectar.

Quizá porque lo que en el fondo está sucediendo es que la «falta de relato» sobre la sociedad de la información no sólo tiene que ver con el modo en que explicamos las tecnologías, son una carencia más amplio de relato en el ámbito general de la sociedad.

Aportaré hoy dos síntomas adicionales. El primero lo apunta Vicens Villatoro escribiendo en El País del Viernes 7 de Diciembre sobre la manifestación sobre el «derecho a decidir» del 1 de Diciembre en Barcelona. Centrada, por lo menos nominalmente, sobre los problemas de las infraestructuras (físicas, añadiría yo) en Cataluña.

Era en su convocatoria y fue en su realización una manifestación de los ciudadanos que creen que tras los problemas de infraestructuras existe, como origen y matriz, un problema político, una estructura injusta del Estado, un déficit de poder político y de inversión de dinero público. […]

El mensaje (bien articulado, como es su costumbre) de Villatoro es que:

Una de las funciones de la política es dar sentido a los hechos: tejer un relato creíble sobre por qué pasa lo que pasa.

Pero la coincidencia de los políticos asistentes acerca de ese relato se limitaba a la identificación de «Madrid» como responsable. Era por tanto, en lo fundamental, un discurso en negativo. Por la carencia creo yo, de un discurso lo bastante sólido en positivo. Que pienso que tampoco tienen los partidos que escogieron no respaldar la manifestación.

Carencia de relato –> Déficit de credibilidad –> Desafección

¿Es éso lo que está pasando? Con una consideración adicional: para construir el relato y el proyecto de «nuestra» sociedad de la información, o como queramos llamarla, la responsabilidad y la influencia (positiva y negativa) de «Madrid» es cercana a cero.

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Ahora bien, esta «nuestra» carencia no es exclusiva ni de Cataluña ni de España. Por lo menos según la opinión del (radical) filósofo esloveno Slavoj Zizek publicada en El País de hoy,

¿Y qué pasa si el verdadero problema [… es …] la melodía en sí, la canción de la unidad europea que nos interpreta la élite tecnocrática de Bruselas? Lo que nos hace falta es una nueva melodía central, una nueva definición de Europa. El problema [… procede …] de la confusión sobre qué es Europa. El punto muerto experimentado por la Constitución europea es una señal de que el proyecto busca su identidad. […] La lección está muy clara: el populismo fundamentalista está llenando el vacío creado por la ausencia de un sueño de izquierdas.

Que cada uno decida en qué ámbitos más cercanos podría aplicarse una conclusión similar. Mi primera reacción, precisamente desde el respeto por el personaje, es la preocupación que me genera el hecho de que un académico e investigador como Lakoff, que en EEUU defiende la acción desde la base («grassroots»), acepte asesorar a la «maquinaria» de un partido político, incluso si es el PSOE. Porque se me antoja que el comentario de Zizek sobre las «elites tecnocráticas» sería aplicable a la maquinarias de los partidos. Suprimiendo, tal vez, el calificativo de «tecnocráticas».

La alternativa aparente sería encender luces nuevas, activar un movimiento «grassroots». Para la política en general. O, como mínimo, para las políticas de sociedad de la información. Cómo hacerlo, ésa es otra cuestión.

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¿Emular al Silicon Valley?

En su reciente charla en el ITF en Barcelona, Regis McKenna, explicó cómo llegó a convertirse en uno de los pioneros de Silicon Valley. Se formó en Pittsburgh, bautizada como ‘The Iron City’ o ‘The Steel City’, sede de acerías y una de las ciudades de EEUU más representativas como sede de las «industrias pesadas» de la era industrial.

La historia de la ciudad relata cómo tuvieron allí su base algunos de los industrialistas legendarios de los EEUU, como Andrew Carnegie y Andrew Mellon. Personajes que no se limitaron a acumular fortunas también legendarias, sino que dejaron también su huella creando instituciones como la Carnegie-Mellon Universitity. Todavía hoy, cuando hace décadas que EEUU dejó de ser un país de referencia en la producción mundial de acero (ahora es la India), el equipo de fútbol americano de la ciudad se sigue denominando como los Pittsburgh Steelers.

silicon_valley_224189g.jpgCuando Regis McKenna se trasladó desde Pittsburgh hasta las cercanías de Stanford a mediados de los 60, la tecnología del silicio estaba aún en sus principios, y el Silicon Valley era todavía sólo un valle. Pero él explicaba en Barcelona que en esa época ya se veía que la industria del acero en Pittsburgh había dejado atrás sus mejores momentos. Y los jóvenes que buscaban ser parte, o incluso protagonistas, de un relato vital de pioneros, abandonaban una ciudad de herencia industrial para ubicarse cerca del mar, en los espacios mucho más abiertos de California.

El resto es historia, y ya está escrita. El personaje en cuestión colaboró en el despegue de las empresas (National Semiconductor, Intel, Silicon Graphics) que catalizaron la explosión de la industria del silicio. Una industria que convirtió un valle en ‘el’ Silicon Valley y que todavía hoy, aún con la emergencia posterior en la misma zona, de industrias del hardware, del software y de Internet, continúa siendo uno de los núcleos principales de la actividad emprendedora y de I+D de la zona.

Cuando McKenna finalizó su charla recomendando «don’y try to emulate (the Valley): cooperate» me vino a la memoria un programa del Canal 33 de hace unos años en el que, en presencia de Manuel Campo Vidal, Pasqual Maragall proponía que Cataluña aspirara a convertirse en el «Silicon Valley del sur de Europa«, mientras Manuel Castells le contradecía sugiriendo como preferible el objetivo de llegar a ser «la Finlandia del Mediterráneo«.

curvedrdsign.jpgMe imaginé entonces intentando construir un relato de cómo un conjunto de jóvenes emprendedores y ambiciosos, nacidos y formados en los lugares en los que se construyó la sociedad industrial en Cataluña (el Poble Nou, el Vallés, donde fuera) emigraban buscando su porvenir hacia los lugares en que se gestarían y nuclearían los proyectos de futuro de Cataluña.

Pero no conseguí completar ese relato. Los que imaginé emigrando hacia la costa encontraban, más que espacios abiertos, cinturones de urbanizaciones y hoteles destinados al ocio y/o al turismo. Los que emigraban al interior no encontraban Universidades y/o centros de investigación en donde se estuviera construyendo el futuro. Los que se quedaban en Barcelona y miraban hacia el 22@, …

En fin. Seguro que el problema es que mi imaginación es más bien limitada, por lo que no pierdo la esperanza de que alguno de los lectores tendrá a bien ayudarme a construir ese relato, a escribirlo y a difundirlo.

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Tecnologias y proyectos de pais

La lectura del todavía reciente discurso de Artur Mas sobre la refundación del catalanismo me reafirma en lo ya expresado en ‘post anteriores‘: la dificultad de los estamentos dirigentes (públicos y privados) de nuestro país para integrar de un modo coherente las tecnologías de la información en sus discursos y proyectos.

Las Tecnologías de la Información son apenas relevantes en las propuestas de futuro de nuestros políticos

Una conclusión que, aunque creo aplicable al conjunto de las fuerzas políticas presentes en el Parlament de Catalunya, resulta quizá algo más chocante cuando se aplica a quien conoce bien y respeta, como es el caso, la historia del catalanismo.

Una muestra. Artur Mas recuerda que

El catalanisme pretenia tres grans objectius:
– la pervivència de la nació catalana.
– la recuperació de les nostres institucions d’autogovern.
– el progrés econòmic i social dels catalans. És a dir, la modernització del país i el benestar de la societat.

Pero, por lo menos hasta donde yo he podido entender, la actualización del tercero de estos objetivos es el que aparece más diluido en su propuesta. De entrada,

  • El concepto «tecnologías» no aparece ni una sola vez en todo su discurso.
  • El concepto «telecomunicaciones» aparece una sola vez, citado como de pasada en el contexto de una referencia a las infraestructuras.

Recordemos que uno de los ingredientes que hizo posible que el catalanismo fuera una bandera de progreso económico y social fue el impulso de la burguesía industrial, sobre todo del textil, que había adoptado la mentalidad de la economía industrial. Aunque fuera con la ayuda de la protección arancelaria.

Ahora tocaría, pienso yo, que recabar el mismo impuso de (y a) las industrias del conocimiento, al uso inteligente y efectivo de las tecnologías de la información. Pero este ingrediente no es visible. Mi impresión es que la cuestión del empuje económico está muy difuminada en el discurso de Artur Mas. Un síntoma de ello es que, cuando enumera los ingredientes de la «Cataluña Global», el espíritu empresarial aparece sólo en sexto lugar. Nada preeminente.

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Ahora bien: si el discurso no da la preponderancia que uno hubiera esperado a las tecnologías será por algún motivo. Tal vez alguno de los siguientes:

  • No se consideró importante
  • Se consideró que el electorado no lo consideraría importante
  • Se olvidaron
  • A falta de ideas claras y/o con suficiente «gancho», se consideró mejor eludir la cuestión.

O cualquier otra explicación que el lector tenga a bien sugerir.

En cualquier caso, en un discurso de estas características, al que se ha dado la relevancia que se le ha dado, esa omisión debe de ser el reflejo de algo.

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